Por: José Isidro Cordero
Un quinquenio atrás, pensar en el surgimiento de una corriente de opinión, proveniente de gobiernos, instituciones y líderes de América, en la dirección de exigir al gobierno de Venezuela una compostura más acorde con los principios democráticos, hubiera sido irse al plano de la ciencia ficción. De dos años para acá, cuando el chavismo comenzó a trasmatarse en madurismo la magia para embobar pueblos y gobiernos, o para constreñir voluntades dispuestas, se fue disipando, hasta el punto de perder la capacidad de tapar exitosamente realidades políticas, económicas y sociales muy propias de gobiernos adscritos a la tendencia de permanentes violaciones a los derechos ciudadano y, en general, a los derechos humanos. Realidades de hechos sólo realizables por gobiernos con profundas inclinaciones a los gestos dictatoriales y absolutistas, como los regímenes comunistas.
Cuando esa trasmutación del chavismo hacia el madurismo comenzó a hacerse visible y a mostrar incapacidad para sacar del sombrero palomitas de la paz y conejitos burlones, con objetivo de dejar atónitos a los espectadores internacionales, se inició un despertar. Las solidaridades automáticas van dejando espacio a la crítica, a los cuestionamientos sostenidos. Ante esa circunstancia, acierta Adolfo Salgueiro, al decir, en su artículo de prensa de esta semana (El Nacional, 09-05-2015): “A la lista de reclamos, que ya tenía suficiente aval por la cantidad y calidad de los reclamantes, acaba de sumarse nada menos que una condena en términos concluyentemente claros del Senado de Brasil sin que hasta el momento de escribirse estas líneas (jueves por la tarde) hayan estallado las furias del procerato “revolucionario” reaccionando cual vestales ofendidas en su impoluta virginidad por este “asalto imperial a nuestra soberanía”.
Salgueiro hace expresa mención a los distintos y sostenidos cuestionamientos a la forma cómo el Gobierno de Venezuela, o más en concreto el Estado venezolano, trata a los sectores de oposición. En ello están las denuncias de varios expresidentes latinoamericanos, del Club de Madrid, de los parlamentarios españoles, de la Comunidad Europea. En respuesta a esos casos, el Gobierno Nacional se ha desgañitado denunciándolos como una embestida de la derecha internacional. Recién, el Senado de Brasil pidió al madurismo respeto por los principios democráticos. Lo sorprendente -así lo manifiesta Salgueiro-, es la mudez del Gobierno nuestro ante esa petición. ¿Por qué el Gobierno venezolano no la enfila contra el Senado de Brasil? ¿Tendrán guardado, los brasileros, algún artefacto de capacidad letal para el Gobierno venezolano, cuyo destape es mejor evitar?
BRISAS SUAVES
¡ESO ES DIGNO DE APLAUSOS! La organización civil sin fines de lucro: “Sucre Posible”, coordinada por Fernando Luis Morgado (para todos Fernando Luis), inicia un período de actividades para fortalecer la municipalización de su estructura, en busca de un mayor dinamismo. “Sucre Posible” es una organización social fundada bajo el criterio de ser el estado Sucre una zona con recursos potenciales (pesqueros, turísticos, climáticos, agrícolas y sobre todo humanos) para lograr un desarrollo integral, armónico y sustentable capaz de proporcionar aceptables niveles de bienestar a todos cuantos viven en esta parte del oriente del país, pero es necesario poner en movimiento las iniciativas, cualesquiera sean sus orígenes. Desde este espacio periodístico se le aúpa…
MUCHA GENTE SE interroga sobre qué es una “revolución”. Valentín Arenas Amigó emite una cantidad de definiciones (El Nacional 07-05-2015). De ellas escogemos tres: Revolución es desconocer la Constitución y el Estado de Derecho para que el Ejecutivo maneje, a su antojo, todos los poderes del Estado, y desconocer los derechos humanos. Revolución es destrucción de la economía del país con la caída en la producción de bienes y servicios y una inflación récord que encarece los alimentos y perjudica a los sectores más pobres. Revolución es usar la fuerza del poder no para construir un país mejor, sino para destruirlo todo como una “política de Estado” y así eliminar a los opositores”. Es cuestión de definiciones, pero parecen bien atinadas…
EL EXPRESIDENTE MEXICANO, Vicente Fox, habla con contundencia. A una pregunta de un periodista, referente al caso de Venezuela dijo: “Venezuela tiene que cambiar o terminará hundiéndose. Venezuela tiene que salir de la esfera de la demagogia y el populismo”. No le quitamos ni el tono…
¿SERÁN RUMORES O SERÁN verdades enrumoradas? En las calles la gente dice a puertas batientes que los Juegos Deportivos Nacionales de este año se harán en homenaje a los 500 Años de Cumaná, pero se celebrarán en Barcelona y Puerto la Cruz. ¿Tiene sustento esa desfachatez, señor Gobernador?...
CINCO MILLONES DE dólares consumidos, y sigue gastando. La irresponsabilidad es evidente…
USTED VOLVERÁ a leerme.
Un quinquenio atrás, pensar en el surgimiento de una corriente de opinión, proveniente de gobiernos, instituciones y líderes de América, en la dirección de exigir al gobierno de Venezuela una compostura más acorde con los principios democráticos, hubiera sido irse al plano de la ciencia ficción. De dos años para acá, cuando el chavismo comenzó a trasmatarse en madurismo la magia para embobar pueblos y gobiernos, o para constreñir voluntades dispuestas, se fue disipando, hasta el punto de perder la capacidad de tapar exitosamente realidades políticas, económicas y sociales muy propias de gobiernos adscritos a la tendencia de permanentes violaciones a los derechos ciudadano y, en general, a los derechos humanos. Realidades de hechos sólo realizables por gobiernos con profundas inclinaciones a los gestos dictatoriales y absolutistas, como los regímenes comunistas.
Cuando esa trasmutación del chavismo hacia el madurismo comenzó a hacerse visible y a mostrar incapacidad para sacar del sombrero palomitas de la paz y conejitos burlones, con objetivo de dejar atónitos a los espectadores internacionales, se inició un despertar. Las solidaridades automáticas van dejando espacio a la crítica, a los cuestionamientos sostenidos. Ante esa circunstancia, acierta Adolfo Salgueiro, al decir, en su artículo de prensa de esta semana (El Nacional, 09-05-2015): “A la lista de reclamos, que ya tenía suficiente aval por la cantidad y calidad de los reclamantes, acaba de sumarse nada menos que una condena en términos concluyentemente claros del Senado de Brasil sin que hasta el momento de escribirse estas líneas (jueves por la tarde) hayan estallado las furias del procerato “revolucionario” reaccionando cual vestales ofendidas en su impoluta virginidad por este “asalto imperial a nuestra soberanía”.
Salgueiro hace expresa mención a los distintos y sostenidos cuestionamientos a la forma cómo el Gobierno de Venezuela, o más en concreto el Estado venezolano, trata a los sectores de oposición. En ello están las denuncias de varios expresidentes latinoamericanos, del Club de Madrid, de los parlamentarios españoles, de la Comunidad Europea. En respuesta a esos casos, el Gobierno Nacional se ha desgañitado denunciándolos como una embestida de la derecha internacional. Recién, el Senado de Brasil pidió al madurismo respeto por los principios democráticos. Lo sorprendente -así lo manifiesta Salgueiro-, es la mudez del Gobierno nuestro ante esa petición. ¿Por qué el Gobierno venezolano no la enfila contra el Senado de Brasil? ¿Tendrán guardado, los brasileros, algún artefacto de capacidad letal para el Gobierno venezolano, cuyo destape es mejor evitar?
BRISAS SUAVES
¡ESO ES DIGNO DE APLAUSOS! La organización civil sin fines de lucro: “Sucre Posible”, coordinada por Fernando Luis Morgado (para todos Fernando Luis), inicia un período de actividades para fortalecer la municipalización de su estructura, en busca de un mayor dinamismo. “Sucre Posible” es una organización social fundada bajo el criterio de ser el estado Sucre una zona con recursos potenciales (pesqueros, turísticos, climáticos, agrícolas y sobre todo humanos) para lograr un desarrollo integral, armónico y sustentable capaz de proporcionar aceptables niveles de bienestar a todos cuantos viven en esta parte del oriente del país, pero es necesario poner en movimiento las iniciativas, cualesquiera sean sus orígenes. Desde este espacio periodístico se le aúpa…
MUCHA GENTE SE interroga sobre qué es una “revolución”. Valentín Arenas Amigó emite una cantidad de definiciones (El Nacional 07-05-2015). De ellas escogemos tres: Revolución es desconocer la Constitución y el Estado de Derecho para que el Ejecutivo maneje, a su antojo, todos los poderes del Estado, y desconocer los derechos humanos. Revolución es destrucción de la economía del país con la caída en la producción de bienes y servicios y una inflación récord que encarece los alimentos y perjudica a los sectores más pobres. Revolución es usar la fuerza del poder no para construir un país mejor, sino para destruirlo todo como una “política de Estado” y así eliminar a los opositores”. Es cuestión de definiciones, pero parecen bien atinadas…
EL EXPRESIDENTE MEXICANO, Vicente Fox, habla con contundencia. A una pregunta de un periodista, referente al caso de Venezuela dijo: “Venezuela tiene que cambiar o terminará hundiéndose. Venezuela tiene que salir de la esfera de la demagogia y el populismo”. No le quitamos ni el tono…
¿SERÁN RUMORES O SERÁN verdades enrumoradas? En las calles la gente dice a puertas batientes que los Juegos Deportivos Nacionales de este año se harán en homenaje a los 500 Años de Cumaná, pero se celebrarán en Barcelona y Puerto la Cruz. ¿Tiene sustento esa desfachatez, señor Gobernador?...
CINCO MILLONES DE dólares consumidos, y sigue gastando. La irresponsabilidad es evidente…
USTED VOLVERÁ a leerme.
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