domingo, 29 de noviembre de 2015

Opinión: Mirando hacia lado correcto

Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO

Los ojos de las instituciones internacionales no pueden ser, ni serán, ruciados, para cegarlos, con la palabrita: “injerencista”, corriendo de boca en boca de los funcionarios públicos venezolanos. Palabrita dicha con intenciones despectivas, y muy propia del lenguaje diplomático del siglo XIX cuando la noción del concepto: Soberanía Nacional, estaba, de alguna manera, circunscrito al mundo de los secretos comunicacionales, y los eventos internos de las naciones se asumían como actos de incumbencia exclusiva de quienes hacían vida en determinadas porciones de territorio demarcados por vigiladas fronteras.

Lo he dicho en varias ocasiones, las elecciones parlamentarias de Venezuela son algo serio. Percibirlas como un episodio más en la continuidad republicana del país es estar sumido en el error. Debido a las circunstancias por las cuales atraviesa Venezuela hoy en día: inseguridad, desabastecimiento, deterioro de la salud colectiva, obstrucción a la producción de bienes, corrupción, intolerancia, incitación al odio y la violencia desde las esferas oficiales, desprecio por la vida de las personas, persecución a la disidencia, banalización de los eventos internacionales con capacidad para darle prestigio a la República, sectarismo excluyente; la despreocuparse por el hecho electoral en cierne no debe tener cabida en la conciencia nacional. El momento reclama una postura de trascendental responsabilidad como nunca en la historia republicana.

A pesar del alerta de la opinión internacional sobre la importancia de las elecciones parlamentarias, todavía hay personas en Venezuela mirando para otro lado, denotan una actitud de despreocupación, tal vez conducidas por la apreciación de ver en el proceso electoral en cuestión cosa solo concerniente a los políticos. Afortunadamente, quienes miran para otro lado han pasado a constituir, según los sondeos de opinión, un grupo minoritario. Hasta hace poco, ese grupo, hoy minoritario (los ni-ni), era una fuerza considerable de 33% de la población electoral nacional; en la actualidad, conforme a los sondeos de opinión, ha bajado a menos de un 8%. Se intuye: comenzaron a mirar hacia lado correcto.

Ese cambio en la dirección óptica de los venezolanos ofusca en sumo grado al oficialismo; un ejemplo da cuenta de ese estado de ánimo: Unas declaraciones del señor John Kirby, portavoz del gobierno estadounidense, hizo reaccionar de forma insolente, y con inquina, a la Canciller venezolana, Darcy Rodríguez, la cual, como respuesta, recurrió a la palabrita injerencistas y, además, le agregó estos epítetos: insolentes y falsas. Desde luego, en esa forma de hablar de la señora Rodríguez, hay demostración de gente con piel demasiado sensible.

BRISAS SUAVES

LA CELEBRACIÓN DE los 500 años de Cumaná los aprovechó el oficialismo para sobre valorar la imagen del fallecido Hugo Chávez. Los actos del Gobierno los encabezó el Presidente Maduro, a las cinco de la tarde. El diario Últimas Noticias, tal vez priorizando la información oficial, puso en nota de primera página: “Un desfile cívico militar por tierra, mar y aire fue el acto central de la celebración de los 500 años de la capital sucrense”. Obvió el nombre de Cumaná, pero, además, no hubo tal desfile, sólo una parada militar con unos barcos de guerra surtos en el golfo de forma desordenada; ello sirvió de estímulo para insuflar la vanidad de un general de desconocida hoja de servicios, quien se lanzó con un discurso ramplón, cargado de adjetivos propios del léxico revolucionario. Después de ese discurso, pronunciado como preámbulo para pedir permiso para iniciar los actos: “Del nonagésimo quinto aniversario de la creación de la aviación militar; el vigésimo tercer aniversario de la insurrección armada del 27 de noviembre de 1992 y de los 500 Año de la fundación de Cumaná”, pocos minutos más tarde, una docena de naves aéreas, casi todas pistoneando, surcaban el espacio como queriendo espantar a los alcatraces, cuyas bandadas sí hacían verdaderas acrobacias. Se notó la ausencia de ministros y representantes de la Asamblea Nacional. Hubo muchas loas a Chávez. Eso fue todo…

EN JUSTICIA Y RECONOCUIMIENTO, debemos dejar sentado: La Iglesia Católica estuvo a la altura del hecho histórico celebrado. En las adyacencias de la iglesia Santa Inés de Cumaná, realizó una eucaristía (misa) de acción de gracia por haber sido escogido este pedazo de tierra como sitio principal de difusión evangelizadora en el nuevo continente. En verdad, la fundación de Cumaná no fue un acto de guerra, sino un hecho producto de la voluntad evangelizadora de la Iglesia Católica Universal, como mandato inexcusable de la Doctrina Cristiana. Enaltecieron la celebración de la eucaristía altos representantes del clero nacional, encabezados por el Cardenal Urosa y el Nuncio Apostólico, junto con el legado del Papa Francisco, el cardenal de República Dominicana. El Gobernador Acuña, junto con parte de su tren ejecutivo, estuvo presente, igualmente el señor Alcalde del municipio Sucre, David Velásquez. El pueblo, imbuido de fe y alegría, respondió entusiastamente…

SOLO FALTAN SEIS DIAS para tener, como dirían en el argot taurino, la hora de la verdad con respecto a los resultados de las parlamentarias. Los más destacados centros de estudios y análisis de los sondeos de opinión, asoman posibles resultados así: De 115 a 122 diputados para la oposición y de 52 a 45 diputados para el oficialismo. ¡La mano de Dios es poderosa!… USTED VOLVERÁ a leerme.

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