domingo, 17 de abril de 2016

Opinión: Barreras superables

Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO

Hasta el mes de diciembre pasado, los agentes del oficialismo, eufóricos, se inflaban el pecho al decir: “¡Hemos ganado diecinueve elecciones seguidas!” La intención en el gesto estaba fundamentada en la idea de acendrar en la mentalidad colectiva, tanto nacional como internacional, la imbatible potencia electoral de sus fuerzas políticas respaldantes; además, reafirmar la condición de obtención de ese respaldo popular empleando mecanismos de esencia democrática: el voto. ¿Qué perseguía el oficialismo con ese recalco de triunfos sucesivos, mediante el voto? Un reconocimiento y respeto a la voluntad popular, cuyo inapelable mandato era dejar de fastidiar a quienes gobiernan y admitirles, sin responso alguno, todos los métodos y desmanes en sus acciones administrativas.

Después de las elecciones parlamentarias del 6-D, con resultados clarísimos de traspaso mayoritario de la voluntad popular a favor de la oposición, esa eufórica tendencia a inculcar el reconocimiento y respeto a la decisión de las mayorías disminuyó en el oficialismo el oficialismo, el cual ahora se ubica en el terreno donde, sin éxito de credibilidad, siempre señaló las andanzas de desobediencia al mandato popular, por parte de los sectores de oposición, y se empeña en una descarada y abierta postura de desconocimiento a la tarea de recomposición del país iniciada por la Asamblea Nacional (AN) en atención al petitorio del pueblo. ¿Quiénes guían o asesoran al oficialismo en esa inadmisible función de quebrar toda iniciativa proveniente del seno de la AN? A la respuesta antecede una consideración: todos los gobiernos comunistas-militaristas y, por tanto, totalitarios –el actual de Venezuela lo es- tienden a usar y poner en práctica todas las estratagemas pertinentes para eternizarse en el poder. Partiendo de allí, la respuesta indicada apunta a la inocultable orientación recibida por el oficialismo venezolano de la dirigencia del partido comunista cubano. Tal orientación está dada en sentido de menospreciar el esfuerzo popular, evidenciado en la práctica democrática del voto para buscarle salidas a la crisis del país.

Lo dicho no es una suposición, sino resultado de todo lo acontecido en las posiciones del Gobierno con respecto a las decisiones legislativas de la AN. Desde diciembre pasado, el Presidente Maduro no da un paso, en materia de relaciones institucionales, sin la previa consulta a su jefe Raúl Castro. Esa conducta de sumisión de Maduro los Castro han pedido potenciarla con la comparecencia, allá en Cuba, del ministro de Defensa, general Padrino López, a quien instruyen en métodos para opinar en política y reprimir cualquier eventual movimiento de repudio popular; de igual forma, el Tribunal Supremo de Justicia recibe dosis de orientación de cómo convertir en borrones el texto de la Constitución Nacional. Por supuesto, los gobiernos de Venezuela y Cuba, desconocen la capacidad del pueblo (un pueblo derribador de dictaduras) para superar barreras e imponer su voluntad.

BRISAS SUAVES

ERA DE ESPERARSE. Los rectores del CNE, acólitos del Gobierno, buscan evitar llegar al revocatorio pedido contra el Presidente Maduro. En ese propósito están empleando tácticas altamente conocidas de retardo en el reconocimiento de la gestión de exigencia de activación del proceso revocatorio. Juegan a dos posiciones; una, evitar el evento mediante la declaración de insuficiencia de los requisitos para pedirlo; otro, si la presión de la opinión pública evita el éxito del primer paso; entonces, una especie de Plan B, retardar el proceso de tal forma que, de realizarse, sus resultados no surtan el efecto esperado de la salida de Maduro del Gobierno y el llamado a nuevas elecciones, sino todo siga igual. Al momento de escribir esta nota, me han informado de la decisión de los rectores del CNE de ordenar la creación de una Comisión para la revisión, una por una, de las firmas de los peticionarios. Eso indica la disposición a tomar el segundo paso. La Ley sobre Procesos Revocatorios tendrá protagonismo… ESTOY MUY ORGULLOSO de haber votado por Robert Alcalá como diputado a la Asamblea Nacional, está demostrando una extraordinaria capacidad parlamentaria, tiene contundencia en sus planteamientos y muy buena precisión en el análisis de la situación. Como elector, e interpretando el deseo de mucha gente, que así me lo ha hecho saber, nuestro diputado Robert debe continuar su brillante carrera parlamentaria hasta culminar la legislatura de la cual forma parte. El estado Sucre le agradecerá el gesto… MUY CONTUNDENTE LA denuncia sobre la situación del cuerpo de bomberos de Cumaná, hecha por el legislador Paul Elguezabal, a través de Telesol; en ella plantea la falta de equipos, la destrucción del parque automotor, la falta de vehículos para auxilio a la sociedad, el acoso a los efectivos contestatarios. Sólo le faltó mencionar la dieta, tres veces por semana, de sopa de patas de pollo cristalina con dos pedacitos de ocumo chino navegando en ella. ¿Qué pasaría en Cumaná si se produce un siniestro, donde se necesite la intervención del cuerpo de bomberos, frente a las carencias que tiene? ¿Será que se enfrentará como hacíamos en Yaguaraparo, mi pueblo natal, con tobitos de agua cuando se incendiaba una casa de techo de palma?... EL PSUV HIZO una asamblea nacional con participación del Gobierno: denominada, “Congreso de la Patria”. Eso estuvo muy bien, pero ¿cuál es el resultado en beneficio del país surgido de ese evento? Pura parafernalia…. USTED VOLVERÁ a leereme.

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