Por: TONY RIVERA CHAVEZ
profetanoskagamus@yahoo.com
La observancia de las colas de la amargura donde destacan los rostros del hombre y mujer de la Tercera Edad obligan a repudiar con fuerza mas que por simple moral-administrativa a la corrupción como elemento decisorio para generar esta problemática donde la escasez de alimentos y medicinas es parte integral de la vida diaria para recordar con claras señales la existencia de una burocracia dedicada mas a sus propias satisfacciones personales que al servicio publico bajo el supuesto de un Sistema Socialista en el siglo XXI que por sus resultados se ha convertido en una burla hacia el pueblo y sus esperanzas de progreso.
Las colas para lograr el consumo necesario de alimentos para vivir son hoy día la línea limítrofe entre la Nueva Clase explotadora caracterizada por estar uniformadas y controlarlo todo desde la comodidad ejercida desde el Poder para estar exceptuado de las largas filas en la búsqueda de los elementos básicos para la vida. Se han apoderado de la Nación de tal forma que no solo se han robado los Bienes Nacionales, dólares o/y Fondos Públicos sino que pretenden expropiarle todo signo de paz y tranquilidad al venezolano común como símbolo innegable de la existencia de una Neo-Dictadura donde se permite la disidencia “controlada” siempre y cuando esta no represente verdadero peligro para la explotación del Estado para su beneficio. El revocatorio es ejemplo de lo no-permitido porque con el se amenaza la estabilidad de la Gorilarquia y su burochorocracia disfrazada de revolucionarios socialistas en acción.
El asalto a las riquezas de propiedad colectiva cuyo resultado es la falta de divisas para “comprar en el exterior” alimentos y medicinas ahora se convierte en “revolución comunitaria” por el accionar de unos motores sin capacidad para mover la Industria y el Comercio necesarios para surtir de productos la sociedad en “el salto de la cabra enloquecida” tratando de preservar sobre todo el privilegio común de los poderosos miembros del burocratismo decadente además de garantizar la IMPUNIDAD ante tantos delitos ocurridos en el mayor descaro con el cuento de cuartel del socialismo que mas bien se ha convertido en la mayor farsa ejercida contra un País del globo terráqueo. Este cruel Estado delincuente es quien además le niega a la Tercera Edad el beneficio de un Bono para aminorar sus males en una actitud de sadismo cuando sin razón aduce falta de recursos financieros cuando cualquier “guachafita” diaria o “templete” bobalicón seria parte importante para sumar ahorros necesarios para cubrir las necesidades mínimas de esta gente pensionada o/y jubilada luego de haber cumplido el ciclo necesario del trabajo para obtener un escuálido “salario diferido”(recuerden que se debe a las cotizaciones en el S.S.O). En definitiva la cola es la frontera entre los ricos y los pobres entre los dignos y los delincuentes. Ahora se dice: “Mas difícil que ver un General haciendo cola” ¿Por qué será?
profetanoskagamus@yahoo.com
La observancia de las colas de la amargura donde destacan los rostros del hombre y mujer de la Tercera Edad obligan a repudiar con fuerza mas que por simple moral-administrativa a la corrupción como elemento decisorio para generar esta problemática donde la escasez de alimentos y medicinas es parte integral de la vida diaria para recordar con claras señales la existencia de una burocracia dedicada mas a sus propias satisfacciones personales que al servicio publico bajo el supuesto de un Sistema Socialista en el siglo XXI que por sus resultados se ha convertido en una burla hacia el pueblo y sus esperanzas de progreso.
Las colas para lograr el consumo necesario de alimentos para vivir son hoy día la línea limítrofe entre la Nueva Clase explotadora caracterizada por estar uniformadas y controlarlo todo desde la comodidad ejercida desde el Poder para estar exceptuado de las largas filas en la búsqueda de los elementos básicos para la vida. Se han apoderado de la Nación de tal forma que no solo se han robado los Bienes Nacionales, dólares o/y Fondos Públicos sino que pretenden expropiarle todo signo de paz y tranquilidad al venezolano común como símbolo innegable de la existencia de una Neo-Dictadura donde se permite la disidencia “controlada” siempre y cuando esta no represente verdadero peligro para la explotación del Estado para su beneficio. El revocatorio es ejemplo de lo no-permitido porque con el se amenaza la estabilidad de la Gorilarquia y su burochorocracia disfrazada de revolucionarios socialistas en acción.
El asalto a las riquezas de propiedad colectiva cuyo resultado es la falta de divisas para “comprar en el exterior” alimentos y medicinas ahora se convierte en “revolución comunitaria” por el accionar de unos motores sin capacidad para mover la Industria y el Comercio necesarios para surtir de productos la sociedad en “el salto de la cabra enloquecida” tratando de preservar sobre todo el privilegio común de los poderosos miembros del burocratismo decadente además de garantizar la IMPUNIDAD ante tantos delitos ocurridos en el mayor descaro con el cuento de cuartel del socialismo que mas bien se ha convertido en la mayor farsa ejercida contra un País del globo terráqueo. Este cruel Estado delincuente es quien además le niega a la Tercera Edad el beneficio de un Bono para aminorar sus males en una actitud de sadismo cuando sin razón aduce falta de recursos financieros cuando cualquier “guachafita” diaria o “templete” bobalicón seria parte importante para sumar ahorros necesarios para cubrir las necesidades mínimas de esta gente pensionada o/y jubilada luego de haber cumplido el ciclo necesario del trabajo para obtener un escuálido “salario diferido”(recuerden que se debe a las cotizaciones en el S.S.O). En definitiva la cola es la frontera entre los ricos y los pobres entre los dignos y los delincuentes. Ahora se dice: “Mas difícil que ver un General haciendo cola” ¿Por qué será?
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