Por: José Isidro Cordero
ventanapan2@hotmail.com
Influencia diluida
En planteamiento de Moisés Naím, recién ganador del Premio Ortega y Gasset que sustenta España, la posibilidad del crecimiento económico en América del Sur vendría asociado al crecimiento de los países asiáticos, especialmente de China e India, países que tienen gran apetito por esta región. Podríamos complementar a Naím diciendo que, al igual, varios países de la región suramericana ponen sus esperanzas en las posibilidades comerciales que puedan lograr con los asiáticos, específicamente con China. La incógnita a despejar está referida a conocer cuál será la pauta que establecerá el país que repunta como líder de la región: Brasil.
Todavía no hay un signo que oriente y eso está dando pies a negociaciones bilaterales muy precisas, como la que se anuncia que China le comprará a Argentina 500.000 toneladas de productos de soya. Brasil es uno de los grandes productores de soya de Suramérica y desde hace cierto tiempo para acá viene tratando de ampliar sus programas de cultivo de ese vegetal con planes de sembradío en otros países de la región que presenten condiciones adecuadas; es decir, Brasil prevé que la expansión de la economía china, como lo anuncia Naím, le puede ser de mucho provecho y se adelanta a tener la mesa servida para cuando llegue el momento, pero, en un producto que China consume en altos volúmenes, ya Argentina le está corriendo adelante.
Mientras eso sucede entre los dos socios del Mercosur, que ya están sacando beneficios sustanciales de la relación comercial con China, Venezuela o propiamente el Gobierno venezolano ha comenzado a incursionar en ese campo con la diferencia de que está pasando a ser un comprador de productos chinos y, a la par, va convirtiéndose en un deudor con propensión a hipotecarse. Ciertamente, Venezuela, a no ser petróleo cuya producción está por demás comprometida, nada tiene para vender a China. Siguiendo la misma línea, Venezuela quedará por tiempo indefinido en ese plano comercial pasivo, porque el esquema definido por la administración Chávez para las relaciones comerciales internacionales tiene demasiado ingrediente ideológico y para mantenerlo en vilo se requiere hacer cualquier cantidad de concesiones sin retribución satisfactoria. En ese esquema, el petróleo, que pudiera ser un elemento comercial de primer orden, pasa a ser un instrumento político con peso muy liviano a la hora de marcar posiciones comerciales. Por tanto, en materia de comercio internacional la influencia de Venezuela se presenta diluida y bastante simple.
BRISAS SUAVES
CABE LA POSIBILIDAD de que mis lectores tengan razón al refutarme algo que dije en la entrega previa a esta. Dije que veía un repunte en la actividad agrícola del país, que se notaba en el aumento de la oferta de varios rubros, y que tal suceso estaba incidiendo en la baja de sus precios. Pues, muchos lectores me han llamado: unos, para decirme que estoy equivocado, otros para pedirme que los remita a las fuentes estadísticas de donde me he nutrido. En verdad, lo que dije resulta de mis compras en el mercado. Uno de mis lectores, con quien comparto amistad desde hace infinidad de años y nos profesamos alto respeto y cariño, Luis Abreu Ortega, me abordó personalmente y me habló así: “¡Mire, yo, los lunes en la mañana, no tomo café si antes no he leído su escrito! ¡No se meta a pendejo después de grande, esos productos que usted ve por allí: cebolla, ají pimentón, ajo y otros, no los producimos aquí, esos llegan de contrabando con la anuencia del Gobierno! Y, ¿sabe usted por qué?” Inmediatamente, el mismo dio la respuesta: “Porque al Gobierno no le interesa que se sepa; para que se cree esa sensación que usted manifiesta. Por eso no los compra legalmente” Pienso que la gente está mosca, que nadie se chupa el dedo…
¡COSA MA GRANDE! Dirían los de la isla de la felicidad. Pero aquí decimos, ¡va viento en popa esa campaña para la escogencia del candidato presidencial de oposición! Los precandidatos se mueven ágilmente. Por Sucre ya han pasado varios y vendrán nuevos y volverán los mismos. Este martes 17 y miércoles 18 recibiremos la visita de mi amigo, César Pérez Vivas, precandidato que desde el estado Táchira se desplaza por todo el territorio nacional con ardorosa voluntad de llegar victorioso a Caracas. Por cierto, su precampaña le hace brotar entusiasmo y bríos a Copei…
ESTRUENDOSAMENTE ya lo anunció Pedro Lucas, pero a mí me place repetirlo. Con elenco de actores todos sucrenses, el director del grupo de teatro “Rapsodia” de Cumaná, Wilmen Rivas, es martes 17 pondrá en el escenario del teatro “Luis Mariano Rivera” la obra “Cabaret 69: vida de mujer”. Entre las actrices destacará el debut de mi amiga, la señora Querida Fabbiani. Según comentarios de algunos que han visto los ensayos, la obra y que es retumbante…
ME LLEGAN informaciones-denuncias de que Carlos Rodríguez, Alcalde del municipio Cajigal –Yaguaraparo- está haciendo inmensas inversiones en permanentes saraos que disfruta con un cerrado círculo de amigotes; se dice que la partida más voluminosa es la de Whisky que gastan a ritmo acelerado. Los informantes dicen que lo molestoso del asunto es que mientras se distraen en ese inagotable programa, las cosas como aseo urbano, limpieza de caminos vecinales, suministro de agua, son de poco interés; además, también dicen tener el pálpito de que el dinero gastado no proviene del bolsillo del Alcalde. En este último supuesto tengo mis dudas; a mí me han dicho, y eso creo, que Rodríguez es un abogado próspero…
USTED VOLVERÁ a leerme.
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