Opinión: Un planteamiento añejo

Por: JOSE ISIDRO CORDERO

El Consejo Nacional de Economía venezolano, por vocería de su presidente, Efraín Velásquez (El Universal: 23-11-2014), en aras de ayudar a frenar el evidente desplome de la economía nacional, desde hace varios años recostada del pedestal petrolero, cuya fuerza comienza a dar síntomas de flaqueza motivado a la baja de su precio en el mercado mundial, ha puesto en la mesa tres propuestas muy concretas, ellas son: Una, Iniciar el proceso de crecimiento económico. Dos, Reducir la inflación. Tres, Darle sostenibilidad a un proceso de inversión privada.

Esas propuestas no tienen nada de nuevo en el ámbito de las discusiones académicas y populares con tendencia buscarle solución a los problemas de orden social y económico padecidos por el país en los últimos diez años. No diría hasta el cansancio, pero sí hasta saciar, se ha dicho en Venezuela de la necesidad de incluir, de manera participativa y vinculante, a todas las diversas corrientes de pensamiento dispuestas a la búsqueda de solución. En ese sentido, muchos connacionales, por iniciativa propia y sin esperar ser llamados, han adelantado sus contribuciones, cuyo destino ha sido la indiferencia del sector oficial que, por testarudez fortalecida por concepciones ideológicas o doctrinas fuera de contexto histórico, siempre las ha almacenado, incluso con algarabía rimbombante, en el cajón de lo inservibles a los sagrados fines del “proceso revolucionario”.

Si el Gobierno adoptara una disposición a construir un gran país y dejara la testarudez, las propuestas del Consejo Nacional de Economía, de alguna manera y desde hace mucho tiempo ya esparcidas por instituciones e individualidades preocupadas, se haría de un valiosísimo instrumento para dejar atrás las incomodidades de la crisis. Sin embargo, debemos precisar algunos aspectos de esas propuestas, con miras a clarificar: la primera propuesta debería enunciarse: “Reiniciar o volver al proceso de crecimiento económico”, porque como ha sido presentado deja discurrir la sutil idea de ser Venezuela un país en el cual siempre ha estado ausente la iniciativa de lanzarse a un proceso de crecimiento económico, y eso no es así. Con justicia en el tratamiento del tema, desde 1940, todos los gobiernos de Venezuela han admitido y puesto en práctica la idea del crecimiento económico. El único gobierno negado a admitir la necesidad de un crecimiento económico para mantener al país dentro del cauce de la modernidad este denominado “gobierno bolivariano” porque mantiene la concepción de que, “el socialismo, en vía hacia el comunismo, sólo se logra en países con largos períodos de pobreza”.

BRISAS SUAVES

NOS SALE HACER causa común con el Gobierno en los esfuerzos sostenidos por frenar el avance de los precios del precio del petróleo hacia los abismos. Ciertamente, este Gobierno ha sido bastante, pero bastante, irresponsable en la administración de los recursos económicos y financieros del país, pero un bajísimo precio en el barril de petróleo va a producir muchos moretones y tristeza infinita en el alma de los venezolanos: eso se debe evitar, porque oportunidad de ponerle torniquete a la irresponsabilidad del Gobierno está por llegar, pero, si el hambre nos acogota, las fuerzas disminuyen y la perpetuidad llega a su reino…

A PROPÓSITO DE LA BAJA en el precio del petróleo, vamos a decirlo con la mayor seriedad, el Gobierno nuestro no tuvo previsión a pesar de una inmensa nube de señales. Incluso, una muy clara emitida por el gobierno cubano cuando, después de varios años chupando de acá, viró bruscamente buscando la teta de la ayuda estadounidense para iniciar una etapa de comercio bilateral. Y eso no fue algo improvisado ni producto de una piquiña momentánea. El gobierno cubano, siempre incansable en monitorear los avatares de la economía mundial, tuvo conocimiento, por información de la inteligencia rusa, de la precipitación de los precios del petróleo para esta época. No lo comunicó expresamente al Gobierno venezolano por interés de seguir chupando; pero sí dio señales que la bobera del Gobierno impidió captar…

CUMPLIENDO SU PALABRA empeñada, el ciudadano Gobernador de Sucre, Luis Acuña Cedeño, ha iniciado la gran obra de los 500 Años de Cumaná: pintura de fachadas de casas y elaboración de murales; ambas expresiones quedarán en brevedad de tiempo sepultadas por la lluvia o invisibilizadas por el sol y, entonces, en unas varias décadas la ayuda de arqueólogos será de gran valor para descubrir ese portento de manifestación cultural. Se le gradece, señor Gobernador ese empeño, pero vaya pensando en que la autopista Cumaná-Puerto la Cruz sería obra de mayor resistencia a los devastadores efectos de la intemperie y de mejor provecho colectivo…

UNA LABORIOSA JORNADA en pro de la democracia venezolana y la formación de dirigentes con vocación de servicio para defenderla, realizó este fin de semana entre Cumaná y Cumanacoa, el dirigente nacional socialcristiano, Eduardo Fernández. En Cumaná fue una asamblea popular participativa donde surgieron valiosísimas ideas para los propósitos y en Cumanacoa, la apertura de una Curso de formación auspiciado por IFEDEC, con asistencia de jóvenes de varias orgabizaciones políticas, incluyendo declarados militantes del PSUV…

SE FUE HACIA la inalcanzable vastedad del tiempo el amigo Esteban Arzueta, un irreductible militante de la causa socialcristiana con el cual compartimos momentos de dura brega en la misma trinchera partidista. Para ir hacia allá ha tomado el único vehículo adecuado: la muerte. Por tal motivo, el también su amigo y mío, Alcides Yégues Goitía, por vía telefónica y desde la población de Campo Claro de Irapa, donde reside, me ha pedido hacerle llegar a los familiares de Arzueta palabras de condolencia; petición que hago en su nombre y del mío propio…

USTED VOLVERÁ a leerme.