martes, 16 de diciembre de 2014

Opinión: El aplique cubano

Por: Econ.Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@aoutlook.com

La cuestión actual cuando la crisis se profundiza en todas sus ordenes y se trata de cambiar costumbres establecidas en la estructura social como seria la propia comodidad relacionada con el dinero como medio de bienestar personal nacido del trabajo tiene como “enemigo” la resistencia cultural de la población no acostumbrada a los racionamientos, la escasez y las colas. Se trata de acoplar esta sociedad con una conducta enmarcada en el libre consumo a un nuevo modelo controlado y dirigido desde el Poder a nombre del socialismo pero se olvidan precisamente de las diferencias propias de cada sociedad ya que en Cuba se llego al asunto luego de una dictadura o dictaduras con una población poco acostumbrada al ejercicio democrático a la libertad de escogencia lo cual facilito el procedimiento. Al lado de todo este asunto en la Isla además se combino la tradición festiva y deportiva con las penurias programadas. Es decir, ante los problemas genéricos derivados de la implantación de un Estado de Guerra en Cuba se estimulo en grande las movilizaciones en razón de triunfos deportivos o para la fiesta popular o para oír las orientaciones del hombre-manipulador o jefe de Estado como parte de un dogmatismo colectivo entreguista.

El caso venezolano se hace radicalmente opuesto dado el proceso histórico social desarrollado a la luz de libertades en lo relacionado con el consumo y el gasto de cada quien muy ligado a la autonomía y el uso de los adelantos tecnológicos adelantos para su diversión o para una mejor forma de vivir. La clase media vigorosa creativa y trabajadora fue la mejor expresión de estas circunstancias cuando creció aceleradamente gracias a la educación popular básicamente para a travez de Universidades y Centros Educativos superiores facilitar al hombre sin recursos abundantes el salto a la instancia superior.La adquisición de viviendas ,vehículos lugares para vacacionar,etc por la vía del trabajo también es parte de esos valores-actitudes ante las circunstancias siendo la propiedad privada una manera de consolidarse la libertad individual . El tema de las comunas y la propiedad colectiva tiene un valor extranjerizante impositivo inaceptable para la mayoría de la población lo cual en resistencia cultural se opone a la Dictadura Militar y sus métodos autoritarios. Siendo además paradójico “la vida privada” del Ministro de las Comunas muy a lo burgués cuando usa los bienes del Estado como propiedad exclusiva de la Nueva Clase dirigente en un añadido de hipocresía y farsa con respecto a las tales deseos para las masas y la Nueva Clase se disfruta los bienes y Fondos del Estado como dueños de la empresa Venezuela.

El pueblo venezolano apoyado en el civilismo y la razón derrotara este Capitalismo de Estado a corto plazo para darle cauce a la cultura de la libertad como medio de una mejor vida.

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