Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
¿A qué recóndito rincón del desprecio envió el sector oficialista de Venezuela, a pocos días de su firma, al tan cacaraqueado documento –no acuerdo- de respecto a los resultados electorales del próximo 6D? La oposición no lo firmó. Dos razones extraemos de la conducta de la oposición al negarse a darle el visto bueno a ese documento redactado en laboratorios cubanos: Una, precisamente esta de ser un documento donde la oposición no puso ni una tilde. La otra, por cuestión de previsión; estaría fuera de toda lógica darle una especie de cheque en blanco a un contrincante electoral carente de todo escrúpulo a la hora de utilizar los recursos del Estado en ventajoso beneficio y capaz de cualquier disposición al chanchullo.
El fundamento de la primera razón se constató con claridad meridiana. La propuesta de la oposición de hacer un documento de acuerdo donde se incluyera la disposición de aceptar veeduría electoral de países europeos, con facultades para supervisar el acto comicial, fue rechazada de plano por el oficialismo. La propia Tibisay Lucena, en postura clásica de militante del PSUV y menos de Rectora presidenta del CNE, estuvo a la vanguardia en la posición de rechazo de observadores electorales distintos a los de Unasur, organización descaradamente ubicada al lado de los caprichos del Presidente Maduro.
El fundamento de la otra razón tiene antecedentes históricos y, en el avance hacia el día crucial (6D), se está dejando notar con mayor robustez: se trata del ventajismo en el uso de los recursos del Estado para ponerlos al servicio proselitista a favor del PSUV. Entre una infinidad de casos, propensos a ser imposible de contabilizar, tenemos un reciente ejemplo del uso y abuso de los recursos públicos, e irrespeto a las instituciones. El día jueves 5 de este mes el CNE dio a conocer una Resolución Normativa de la Campaña Electoral donde prohíbe a los organismos oficiales hacer campaña electoral proselitista. Dicha resolución menciona expresamente al Gobierno Nacional, a los gobernadores, a las alcaldías; en esa resolución no queda espacio para las interpretaciones en cuanto a los entes regulados. Bien, el día siguiente, viernes 6, en horas de la tarde, el señor Nicolás Maduro, Presidente de la República hizo uso de las facultades gubernamentales para, en cadena nacional, hacer un llamado a votar, orientando su disquisición discursiva a hacerlo por los candidatos del oficialismo. ¿Procedió el CNE a, no digamos sancionarlo, sino llamarle la atención? En absoluto, se nota como una ausencia total de adrenalina por la venas de los señores Rectores del CNE o, en todo caso, una sumisión extrema.
Es tradición de quienes hoy están en la conducción del Gobierno violar o hacer caso omiso a cuantas leyes, disposiciones, resolución y reglamentos existan, aun cuando lo hayan elaborado ellos mismos. A la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la tienen de estricote. Entonces, frente a esa contundente sentencia de las encuestas, según la cual el oficialismo y las aspiraciones de Maduro de mantenerse en el poder van palo abajo, los diques de la moral son para ellos barreras de cartón.
BRISAS SUAVES
UNA AGENCIA DE NOTICIAS del Medio Oriente reseña: “El hijo de Fidel Castro fue captado, por unos reporteros, pasando vacaciones en Turquía; se le vio rodeado de grandes lujos”. ¡Claro, así es la élite comunista, le encanta la vida retozona! ¡Díganme de los de aquí, un gran boato es su delirio! Por cierto, el gobierno cubano emitió un comunicado rechazando la información y acusando a la agencia noticiosa de ser un instrumento imperialista. Esa reacción cubana es muy parecida aquella de: “¡Obama, deroga el Decreto ya!”. Sí, el Oficio Ejecutivo firmado por la presidencia de Estados Unidos señalando a varios venezolanos como incursos en actividades económicas delictivas…
A PUNTO DE FINALIZAR la semana, específicamente el viernes, tuve la grata sorpresa de encontrarme, en una cafetería de Cumaná, con mi excelentísimo amigo, Arquímedes Pens Torcat, abogado cumanés residenciado en Caracas. En la capital de la República, además de ejercer como abogado litigante en el Tribunal Supremo de Justicia, es profesor de posgrado de la Universidad Central de Venezuela. Yo tenía como doce años sin verlo. Me dijo estar muy contento debido a la actividad literaria en la cual está actualmente inmerso. Ha publicado varias obras; entre ellas: El fascinante mundo de la Casación, muy solicitada por los estudiantes de Derecho, y tiene una para imprenta: Manual de Casación Penal. Por cierto, a nuestro encuentro se sumó el ingeniero Iván Darío Hernández, quien reconoció inmediatamente a Pens Torcat. Fueron compañeros de estudio en el liceo Antonio José de Sucre, de Cumaná y recordaron esos tiempos con lujos de detalles…
¿A QUIÉN PIENSAN engañar? Tal vez habrán pasado tres meses de cuando al Gobierno Nacional se le ocurrió crear una instancia denominada: Consejo Nacional de Derechos Humanos, y establecer un Plan Nacional al respecto, para ser discutido por todos los sectores del país. No tuvo eco, porque el Gobierno es el más decidido violador de los Derechos Humanos en Venezuela…
¿DÓNDE RECLUYERON a la juez Susana Barreiros, el instrumento utilizado para condenar a Leopoldo López? Los caraqueños me dicen esto: “La decretaron como enferma y la tienen en el Fuerte Tiuna, allí, con prohibición de exhibirse”… USTED VOLVERÁ a leerme.
¿A qué recóndito rincón del desprecio envió el sector oficialista de Venezuela, a pocos días de su firma, al tan cacaraqueado documento –no acuerdo- de respecto a los resultados electorales del próximo 6D? La oposición no lo firmó. Dos razones extraemos de la conducta de la oposición al negarse a darle el visto bueno a ese documento redactado en laboratorios cubanos: Una, precisamente esta de ser un documento donde la oposición no puso ni una tilde. La otra, por cuestión de previsión; estaría fuera de toda lógica darle una especie de cheque en blanco a un contrincante electoral carente de todo escrúpulo a la hora de utilizar los recursos del Estado en ventajoso beneficio y capaz de cualquier disposición al chanchullo.
El fundamento de la primera razón se constató con claridad meridiana. La propuesta de la oposición de hacer un documento de acuerdo donde se incluyera la disposición de aceptar veeduría electoral de países europeos, con facultades para supervisar el acto comicial, fue rechazada de plano por el oficialismo. La propia Tibisay Lucena, en postura clásica de militante del PSUV y menos de Rectora presidenta del CNE, estuvo a la vanguardia en la posición de rechazo de observadores electorales distintos a los de Unasur, organización descaradamente ubicada al lado de los caprichos del Presidente Maduro.
El fundamento de la otra razón tiene antecedentes históricos y, en el avance hacia el día crucial (6D), se está dejando notar con mayor robustez: se trata del ventajismo en el uso de los recursos del Estado para ponerlos al servicio proselitista a favor del PSUV. Entre una infinidad de casos, propensos a ser imposible de contabilizar, tenemos un reciente ejemplo del uso y abuso de los recursos públicos, e irrespeto a las instituciones. El día jueves 5 de este mes el CNE dio a conocer una Resolución Normativa de la Campaña Electoral donde prohíbe a los organismos oficiales hacer campaña electoral proselitista. Dicha resolución menciona expresamente al Gobierno Nacional, a los gobernadores, a las alcaldías; en esa resolución no queda espacio para las interpretaciones en cuanto a los entes regulados. Bien, el día siguiente, viernes 6, en horas de la tarde, el señor Nicolás Maduro, Presidente de la República hizo uso de las facultades gubernamentales para, en cadena nacional, hacer un llamado a votar, orientando su disquisición discursiva a hacerlo por los candidatos del oficialismo. ¿Procedió el CNE a, no digamos sancionarlo, sino llamarle la atención? En absoluto, se nota como una ausencia total de adrenalina por la venas de los señores Rectores del CNE o, en todo caso, una sumisión extrema.
Es tradición de quienes hoy están en la conducción del Gobierno violar o hacer caso omiso a cuantas leyes, disposiciones, resolución y reglamentos existan, aun cuando lo hayan elaborado ellos mismos. A la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela la tienen de estricote. Entonces, frente a esa contundente sentencia de las encuestas, según la cual el oficialismo y las aspiraciones de Maduro de mantenerse en el poder van palo abajo, los diques de la moral son para ellos barreras de cartón.
BRISAS SUAVES
UNA AGENCIA DE NOTICIAS del Medio Oriente reseña: “El hijo de Fidel Castro fue captado, por unos reporteros, pasando vacaciones en Turquía; se le vio rodeado de grandes lujos”. ¡Claro, así es la élite comunista, le encanta la vida retozona! ¡Díganme de los de aquí, un gran boato es su delirio! Por cierto, el gobierno cubano emitió un comunicado rechazando la información y acusando a la agencia noticiosa de ser un instrumento imperialista. Esa reacción cubana es muy parecida aquella de: “¡Obama, deroga el Decreto ya!”. Sí, el Oficio Ejecutivo firmado por la presidencia de Estados Unidos señalando a varios venezolanos como incursos en actividades económicas delictivas…
A PUNTO DE FINALIZAR la semana, específicamente el viernes, tuve la grata sorpresa de encontrarme, en una cafetería de Cumaná, con mi excelentísimo amigo, Arquímedes Pens Torcat, abogado cumanés residenciado en Caracas. En la capital de la República, además de ejercer como abogado litigante en el Tribunal Supremo de Justicia, es profesor de posgrado de la Universidad Central de Venezuela. Yo tenía como doce años sin verlo. Me dijo estar muy contento debido a la actividad literaria en la cual está actualmente inmerso. Ha publicado varias obras; entre ellas: El fascinante mundo de la Casación, muy solicitada por los estudiantes de Derecho, y tiene una para imprenta: Manual de Casación Penal. Por cierto, a nuestro encuentro se sumó el ingeniero Iván Darío Hernández, quien reconoció inmediatamente a Pens Torcat. Fueron compañeros de estudio en el liceo Antonio José de Sucre, de Cumaná y recordaron esos tiempos con lujos de detalles…
¿A QUIÉN PIENSAN engañar? Tal vez habrán pasado tres meses de cuando al Gobierno Nacional se le ocurrió crear una instancia denominada: Consejo Nacional de Derechos Humanos, y establecer un Plan Nacional al respecto, para ser discutido por todos los sectores del país. No tuvo eco, porque el Gobierno es el más decidido violador de los Derechos Humanos en Venezuela…
¿DÓNDE RECLUYERON a la juez Susana Barreiros, el instrumento utilizado para condenar a Leopoldo López? Los caraqueños me dicen esto: “La decretaron como enferma y la tienen en el Fuerte Tiuna, allí, con prohibición de exhibirse”… USTED VOLVERÁ a leerme.
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