Por JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ
Cuando una antigua descripción del siglo XVI sobre la conquista de la Isla de Trinidad y de las Tierras de la Costa Firme daba noticias a las autoridades reales de la naturaleza y circunstancias de aquellos lugares, no dudaban en señalar que era una tierra: "de mucha consideración y peso ansi por ser tan poblada de indios como porque en alguna parte della hay mucho oro y piedras y otras cosas de muy notable estimación", lo cual estimuló las ambiciones de piratas que incursionaron en sus costas atraídos por sus riquezas y por ser: "la primera escala de indias".
Se hacía indispensable por la ubicación e importancia tanto de Trinidad como de Cumaná y Caracas, gente: "armada de comida, caballos, ganado e indios" para su asentamiento y población, que se fue realizando con grandes esfuerzos y sacrificios propios del espíritu español indomable y tenaz. En aquellos inmensos territorios que fueron determinados inicialmente desde la costa y hasta el: "río Marañón", fue requerido ejecutar varias empresas de conquista atravesando sitios desconocidos, guiados por el instinto aventurero y el conocimiento progresivo de caminos, desiertos, ríos, lagunas, montañas, pueblos de indios con los que se relacionaban, no obstante el extravío de algunas de ellas: "por ignorar el decurso de las xornadas por carecer de fundamento y socorro".
Así se fueron adentrando en la extensa Cumaná que llegó a lindar en sus territorios del sur con lo que fue la Guayana española, que llegaba hasta donde intentaron los holandeses y franceses asentarse y restar alguna influencia a la innegable autoridad hispánica.
Los indios de esos lares: "son muchos y muy belicosos", y se hacía necesario un gobernador de: "mucha calidad y prendas" para dirigir esa región. Ganados, gentes, soldados y caballos eran indispensables para tan gran proeza y superar las dificultades.
Cumaná fue el primer asentamiento en tierra firme, el comienzo de la nueva historia americana.
Cuando una antigua descripción del siglo XVI sobre la conquista de la Isla de Trinidad y de las Tierras de la Costa Firme daba noticias a las autoridades reales de la naturaleza y circunstancias de aquellos lugares, no dudaban en señalar que era una tierra: "de mucha consideración y peso ansi por ser tan poblada de indios como porque en alguna parte della hay mucho oro y piedras y otras cosas de muy notable estimación", lo cual estimuló las ambiciones de piratas que incursionaron en sus costas atraídos por sus riquezas y por ser: "la primera escala de indias".
Se hacía indispensable por la ubicación e importancia tanto de Trinidad como de Cumaná y Caracas, gente: "armada de comida, caballos, ganado e indios" para su asentamiento y población, que se fue realizando con grandes esfuerzos y sacrificios propios del espíritu español indomable y tenaz. En aquellos inmensos territorios que fueron determinados inicialmente desde la costa y hasta el: "río Marañón", fue requerido ejecutar varias empresas de conquista atravesando sitios desconocidos, guiados por el instinto aventurero y el conocimiento progresivo de caminos, desiertos, ríos, lagunas, montañas, pueblos de indios con los que se relacionaban, no obstante el extravío de algunas de ellas: "por ignorar el decurso de las xornadas por carecer de fundamento y socorro".
Así se fueron adentrando en la extensa Cumaná que llegó a lindar en sus territorios del sur con lo que fue la Guayana española, que llegaba hasta donde intentaron los holandeses y franceses asentarse y restar alguna influencia a la innegable autoridad hispánica.
Los indios de esos lares: "son muchos y muy belicosos", y se hacía necesario un gobernador de: "mucha calidad y prendas" para dirigir esa región. Ganados, gentes, soldados y caballos eran indispensables para tan gran proeza y superar las dificultades.
Cumaná fue el primer asentamiento en tierra firme, el comienzo de la nueva historia americana.
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