miércoles, 17 de febrero de 2016

Opinión: El vaivén de la carreta

Por: Econ. TONY RIVERA CHAVEZ
profetanoskagamus@yahoo.com

Si algún medio pudiera convertirse en símbolo de esta Revolución anclada en el pasado seria la carreta muy acorde con el conuco y la lentitud con que pretende el gobierno reiniciar la historia productiva de la Nación cuando inclusive el sector más dinámico de la economía(a pesar de todo) como es el petrolero se le entrega a un estrato de la sociedad como son las Fuerzas Armadas aduciendo para ello los lineamientos de un Plan de la Patria el cual tiene el sello de la dependencia “ideológica” de Cuba y que se caracteriza por mantener el mundo civil subordinado a las decisiones de fuerza propias del autoritarismo que han permitido desde la manipulación hacer de la Isla un Paraíso para la violación de los Derechos Humanos.

La Fuerza Armada seria la instancia mas nacionalista y socialista para hacer frente al Imperio desconfiando así del patriotismo del mundo civil. Usando el torpe movimiento del vehículo nada simbólico para el siglo XXI se coloca a la Nación en el mundo del subdesarrollo negando la posibilidad de emerger hacia el Primer Mundo para eternizar la condición de periféricos del centro como una manera de estructurar un mundo aislado del mercado globalizado hundiéndonos ahora si en el “excremento del Diablo” para subsistir ante los avances tecnológicos y los esquemas mas avanzados de participación democrática vigentes en el mundo. Tomar a Cuba y sus gobernantes como un ejemplo-modelo para una vida mejor es una torpeza mental cuando hay otras opciones donde el pueblo saldría mas favorecido y con menos peso aplastante en sus actividades. No solo somos un pueblo diferenciado del cubano históricamente sino económicamente con mejores fuentes para la explotación y el bienestar además de que socialmente acostumbrados al ejercicio de las decisiones individuales a través del VOTO POPULAR y DEMOCRATICO cosa ausente en el modelo que nos tutorea nuestra vida nacional.

Desde este vaivén nada armónico se observan decisiones muy ajustadas al símbolo escogido cuando se producen periódicamente “cambios” como reflejos indiscutibles de este viajar hacia el pasado al elegir para la condición de carteras ministeriales hombres escogidos por azar sin la capacidad comprobada para afrontar con experiencia en ultima instancia la tarea de organizar la economía . Van desde un espiritismo sensorial con la esperanza de encontrar soluciones en el mas allá con aquello de que “la inflación no existe” hasta asignarle ahora la tarea a un miembro de la lumpenburguesia formado en la Cuarta Republica sin aprontes revolucionarios o innovadoras desde su óptica “empresarial”El total de las maniobras es evitar un conocedor de la Ciencia Económica y su aplicación para desde el empirismo ideológico tergiversar los sistemas conocidos para seguir aplicando el dogmatismo fracasado como guía para la acción. En cierta forma es mantenerlo todo bajo premisas elementales nada complicadas para con poco trabajo explotar a todo productor que mientras menos productivo y con poca rentabilidad será presa fácil del dominio dictatorial desde el gobierno que impedirá la acumulación de Capital con controles de toda índole para mermar sus deseos de progreso y crecimiento.

Por allá por décadas pasadas el otrora jefe visible (Fidel Castro) del Estado cubano visito China y critico como algo dañino la existencia de enormes centros comerciales sin embargo en posteriores ocasiones ha expresado que el mundo actual debe ser dirigido por chinos y rusos. Así mismo se trata desde este Modelo de llevar el Capitalismo Norteamericano a lo interno de Cuba para darle oxigeno a una sociedad arcaica y obsoleta. Usar la carreta para luego de muerte, sacrificios y represión reconocer la existencia de las naves espaciales y comprar pasajes en las mismas resulta una soberana necedad. El Viet-Nam heroico sucumbió a la vida práctica y mal que bien esta viviendo mejor al respetar el Mercado Global y sus consecuencias. Aquí en una triste situación se actúa adorando difuntos y espíritus con el animo de arrear los bueyes cansados de la carreta para ganar la imposible carrera a la verdad y la historia. Para remate en el vuelo hacia el pasado no hay un buen carretero para este viaje pues el actual no es poseedor de éxitos en su currículo y mas bien la obediencia signa sus atribuciones por lo que la mejor recomendación para un final feliz es su RENUNCIA la cual hasta la mayoría de sus camaradas recibirían con regocijo.

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