lunes, 10 de febrero de 2014

Invitan a Maduro a reunirse con trabajadores automotrices

Por Marea Socialista
En la alocución hecha por el presidente de la República Nicolás Maduro, en el acto del “Taller de Máxima Eficacia Socialista”, efectuado en una sala de PDVSA-La Campiña, el día sábado 8 de febrero, entre otros importantes temas, el presiente Maduro hizo referencia de la situación automotriz y en especial respondió al comunicado de la empresa Toyota en donde se anuncia su posible cierre definitivo.

El primer mandatario le solicitó tanto al gobernador del Estado Sucre, Luis Acuña, como al ministro de Industria, Wilmer Barrientos de que se reunieran con los representantes de la empresa, muy en particular con el gerente de esta Corporación para Latinoamérica. Pero de los comentarios que más llamaron la atención sobre el caso Toyota, es que afirmó: “Cada vez que hay una dificultad, es lo mismo: sale la noticia de que se va la Toyota. No hay que ser inteligente para ver los intereses politiqueros”.

Ante estos hechos Stalin Pérez Borges, Coordinador Nacional de Marea Socialista y dirigente de la Central Socialista Bolivariana de Trabajadores (CSBT), hizo llegar a Prensa M S y a otros medios de comunicación estas declaraciones por considerar de vital importancia la situación de la industria automotriz y auto partes. Según él, está en riesgo centenares de puestos de trabajo si se sigue mal atendiendo este importante sector de la economía. A continuación su declaración:

Escuchadas y leída la intervención del presidente Nicolás Maduro en el Taller de Máxima Eficacia Socialista, en donde después de despotricar en contra de Toyota, termina ordenando al gobernador del Estado Sucre y al ministro de Industria de reunirse con los representantes de esta empresa, creo que es necesario y urgente hacerle llegar algunas consideraciones al presidente Maduro y demás funcionarios público que tengan que ver con la situación de la industria automotriz y autopartes y demás empresas conexas con este sector, empezó declarando Stalin Pérez B.

Por considerar, que una de las virtudes que tenía el Nicolás Maduro que yo conocí es saber escuchar a la gente y, esperando que eso siga siendo así todavía, lo primero que tengo que decirle es que para saber qué está pasando en Toyota y en las otras empresas automotrices, lo primordial para él y su gobierno saber que está pasando allí, debería ser reunirse lo más pronto posible con los trabajadores y sus dirigentes de este sector.
A Nicolás desde programas de radio y en declaraciones anteriores le hemos pedido eso: que se reúna con los trabajadores automotrices y ojalá también con los otros sectores de la clase trabajadora, empezando por los que estén en situación crítica como ahora lo están estos Compañeros.

Las empresas ensambladoras en lo que va de año están casi paralizadas. La que más producción ha tenido, en medio de la semi paralización, es Toyota. Esta es la que ha tenido más conflicto con sus trabajadores en lo que va de año. Lo que está haciendo ahora unilateralmente es querer parar por dos meses. Sin embargo, propuestas de parar como lo está haciendo esta empresa japonesa, la están haciendo las otras del resto del sector. Quieren adelantar vacaciones, hacer despidos concertados y las que como Ford, General Motor o las caucheras Brisgestone Firestone y Good Year que están discutiendo convenciones colectivas, argumentando la baja de producción que tienen, particularmente las ensambladoras, afirman no tener condiciones de hacer ofertas mejores de las pírricas que ahora hacen.

Esa es la situación de angustia y desespero. Pero para el presidente y sus ministros lo prioritario no ha sido reunirse con los trabajadores sino con los empresarios. Así han hecho la política de producción por ahora para el sector automotriz. Mientras actúen así, dijo el declarante - de reunirse sólo con los ensambladores y de vez en cuando con las autos partistas, - ignorando por completo a los trabajadores y a sus dirigentes sindicales, no conocerán jamás el problema de conjunto de este sector.

Por la naturaleza de ser esta una industria que solo ensambla y que eso se hace con partes de vehículos que un 70% no se hacen en el país y ante las dificultades que ha habido en los últimos meses para asignarles los dólares a las empresas, la urgencia de los patronos radicará en eso. Afirma la declaración, Y, agrega, nadie se extrañaría que con los dólares recibidos hayan hecho algunas trampas. Pero como está concebida la entrega de dólares y las cartas de créditos, los únicos que pudieran saber si eso es así, es el mismo gobierno.

Ante ese riesgo y probabilidades de que con la entrega de dólares se hagan trampas, es que desde hace tiempo venimos proponiendo que se involucre a los trabajadores y a sus organizaciones para saber cuántos divisas le entregan a cada una de las empresas y cuáles son los compromisos de piezas y partes de vehículos que vienen importados y qué cantidad de unidades son los compromisos adquiridos. De esa manera se puede saber de manera un poco más confiable, las estructuras de costos y establecer los precios justos de cada unidad ensamblada.

De convertir a los trabajadores en Inspectores obreros de la producción y distribución, muy bien podemos saber para dónde van los vehículos y de esa manera también se puede combatir la especulación y los astronómicos precios que han tenido en los últimos años los autos en nuestro país. Estoy convencido, asegura Stalin Pérez B., que los trabajadores y sus organizaciones sindicales son los más interesados en que esto se haga así para acabar con la especulación y la campaña de que son ellos los culpables por las asignaciones anuales que tiene cada trabajadores de los altos precios de los carros, cuando tal vez los especuladores sean las mismas cadenas de concesionarios y algunos vendedores de vehículos usados de que esto esté ocurriendo.

El presidente Maduro y su gobierno debe ser el otro gran interesado de escuchar las propuestas de los hombre y mujeres que son los que manufacturan, ensamblan y los que laboran en la línea final de la cadena como son los trabajadores que prestan sus servicios en los concesionarios. De esa manera se puede funcionar con mayor eficiencia con los dólares asignado a este sector.

Lo que no puede ser es que no le den o no le entreguen a tiempo dólares a las ensambladoras que tienen años establecidas en el país con el argumento de que son empresas del imperialismo norteamericano mientras les entregan muchas divisas a nuevas empresas del imperialismo europeo y asiático para que se establezcan y a otras para que importen vehículos directamente. Se favorece a la importación en contra de la producción en el país, con trabajo de venezolanos. Se favorece al trabajo precario en contra del trabajo estable y mejor remunerado. Eso no tiene nada de socialismo ni antiimperialismo. Nuestro llamado es que se favorezca al trabajo en contra del capital.

Para finalizar, sólo reitero el llamado al Presidente de que se reúna con los trabajadores del sector automotriz y sus dirigentes sindicales.

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