Homenaje al cantante Juancito Rengel

Ricardo García CNP-11099-. Hoy presentamos a un personaje de mucha calidad artística. Se trata de Juan Bautista Rangel mejor conocido en el mundo cultural como “Juancito” Rengel, “El gigante de la canción romántica”, quien nació el 27 de diciembre de 1951 en el sector La Guayana de la carretera vieja de Cumanacoa, municipio Montes, estado Sucre. Es el séptimo de 10 hermanos y sus padres son Carmito Gómez y Elimena Rengel.

Recuerda Juancito Rengel que para subsistir de pequeño comió mucho salmón en lata con cazabe y jugo de caña. Ese estomago parecía un tambor. “Era lo que había en la época”, indica sonriendo. Pero como cosa de la vida él llenaba con piedritas del río Manzanares la lata de salmón y hacía una especie de maracas que utilizaba para acompañar a su abuelo Ramón Rengel cuando tocaba el Acordeón los fines de semana en el patio de su casa. Tenía 8 años.

“El comienzo de mi vida fue muy difícil”. Siempre andaba descalzo y corría como una flecha. Indica que trabajó en la agricultura con los hacendados de la época: Los Candiales, Los Barcenas, Los Marteles, Los Cuellos, Juan Hombra, entre otros. Sudó mucho bajando café y maíz del Turimiquire en una mula por caminos de peligrosos desfiladeros. Además hacía mandados a las señoras de las casas hasta la bodega y le daban un medio que se lo llevaba a su abuela Petra Rengel. En diciembre le regalaban zapatos y ropa que estrenaba con mucho orgullo.

A la edad de 15 años un amigo le regaló un reloj marca Soligar y de vez en cuando lo empeñaba en la bodega de Cuchito Silva por queso, galletas y una Pespsi. Para él eso era un manjar. Se enamoró de una muchacha sana e inocente: Noelia Rodríguez con quien pasó 15 años de amor platónico. “Yo era un picaflor cantaba canciones del argentino Yaco Montis. Luego me enamoré de Josefina quien tuvo a mi hijo”. Juancito es un autodidacta. En Cumanacoa tocaba la guitarra, la bandola, el cuatro, las maracas, el piano, es decir todo instrumento musical y además cantaba como el arrendajo.

Cuenta que en el año 1961 Raquelita Castaño se presentó en el Teatro Gardel de Cumanacoa. Él al ver a una niña de  su misma edad,  con tanta destreza y éxito, cantando (Claveles de Tulipan) le inspiró para ser artista también.  Juancito estudió primer grado con la maestra Borrales y llegó hasta sexto grado. Dice que esos conocimientos académicos de primaria han sido suficientes para enfrentar la vida con educación, respeto y crecimiento artístico.

A los 20 años de edad Juancito se vino a Cumaná y comenzó a presentarse en el Bar Mi Cariño de Ana Díaz de El Bolivariano, con su grupo Los “Yack” de Cumanacoa, integrado por Luis Antonio Montes, Arnaldo Betancourt, Richard Bermúdez y Alberto Márquez. “Tocaba viernes, sábado y domingo y me pagaban 20 bolívares. Luego pasé a trabajar en el Bar Las Mercedes de El Peñón  de Germán Acuña, también me pagaban 20 bolívares por el fin de semana. Eso era suficiente para alegrar mi vida”.  

Otro momento que marcó su vida fue la invitación a participar en el programa de Televisión “Cuánto Vale el Show” en el año 2000, con Guillermito González, “La Malandra Elizabeth” y Carlos Almenar Otero. Su mamá no quería que él fuera a Caracas por temor a que se pudiera meter en problemas. “Mijo es mejor que te quedes porque esa “Malandra” es muy atrevida y tú te puedes calentar y darle una cachetada. Entonces te van a meter preso. Mejor quédate aquí que yo te guindo el chinchorro y te voy a preparar un sancocho de buchuro, camacuto y guaraguara”, decía la angustiada madre.

Juanciato la convenció de ir y se presentó en el Show y sorprendió a todo el mundo con su voz y destreza del escenario. Guillermito comentó, “este no tiene tamaño para la tremenda voz que se gasta. Eres el Nelson Ned de Venezuela”. Esa noche su mamá se mantuvo fija en el televisor, moría de nervios cada vez que enfocaban a “La Malandra Elizabeth”. “No la veas mijo, no la veas”. La señora hablaba sola mientras oraba: “Virgen del valle cuida a mi “Chiquitico” y tráelo a mi casa con bien. Que esa malandra no lo joda”.

En relación a la gallística Juancito nos cuenta que desde niño tuvo relacionado con los galleros de su pueblo, donde cada fin de semana se vive la pasión del pico y las espuelas. Recuerda que los primeros instrumentos musicales que tuvo se los fió “Camino Motor” para tocar en la Gallera la Monumental de Cumaná. Juancito era quien recibía a los galleros en cada desafío. “El gigante de la canción romántica” se hizo amigo de Morel Rodríguez ex gobernador de Margarita, entre otros famosos galleros de Venezuela. Visitó las galleras de Caripe, Maturpin y Clarines, siempre ofreciendo su repertorio musical.    

Juancito Rengel se define como un bolerista que canta con inspiración para llegar al corazón de la gente. Su música es magia que aleja las lágrimas negras y asoma las lágrimas blancas. Evoca la alegría y la risa para el placer de la vida. Actualmente, a sus 63 años se dedica a la música y vive enamorado de la vida. Siempre agradece a sus amigos por el apoyo incondicional. Señala que hasta ahora ha trabajado en 312 bares de Cumaná. Ha recorrido todas las islas del Caribe y España. Su canción favorita es “Niño Triste” de Nelson Ned.

Agradecemos a Juancito Rengel por su amistad y el agradable momento musical que disfrutamos durante la entrevista. Este gran amigo tiene tanta historia que no tenemos espacio para contarla en una sola presentación. Para pedir una cerveza en algún botiquin dice: “Palo pa´ los files”.

ANECDOTARIO

La primera vez que Juancito vino a Cumaná lo hizo en una tripa de carro a través del río Manzanares. Recuerda que tenía 10 años. Junto a varios amiguitos de infancia aprovecó que el río Manzanares había crecido y la cabezá los arrastró Desde el sector “Guayana” hasta el puente Gómez Rubio de Cumaná. En la travesía llevaron muchos golpes con las piedras y tragaron agua revuelta, pero lograron su recorrido. En el puente, casi desnudos y aguantando sus tripas de carro esperaron al señor “Juan Pescao” que tenía un camión de baranda y traía diariamente caña de Cumanacoa a Cumaná y llevaba pescado salado para vender. Antes del atardecer, todos cogieron la cola en el camión y llegaron contentos por haber logrado la emosionante aventura, pero temerosos de la pela que le esperaba en casa. Juancito no podía ocultar un chichón en la frente y veía en su mente clarito el palo de café que colgaba en el fogón de su casa, que llamaban “compostura”.

Saludos en Cumaná a Elio Padrón quien obtuvo su titulo de Licenciado en Gestión Ambiental, al maestro del cuatro sucrense Alfonso Moreno, al locutor número uno de Musical 100.3 FM, Luis Bautista Salazar, al Administrador César Mata, al locutor Rodolfo Ortiz y al Guapiririsaquiri del programa Sabiduría Popular de Radio 2000, al reportero Web Pedro Lucas; en Fundapatrimonio a Alfredo Bello, Andrés Parejo, Luis Vicent, Teobaldo Díaz, Yelitza Mundaraim, Yudelkis, Angelica, Fidelina y Mary…En Carúpano a los locutores Marcelo Sanchez y Alexander González de Estereo 93.3 FM…En  Macarapana a Joseito Ramos, Rafael Montaño y Dominguito Alcalá…En Guaca a Danny Rojas y Aníbal “El Catire” y en Playa Grande a mi padre Melecio García, cumpleañero de la semana…

FOTO. Al igual que Camilo Sesto, Juancito Rengel, expresa que lo más importante de su carrera artística es haber logrado un millón de amigos que le quieren y aprecian.  En la gráfica: Pedro Lucas, Juancito Rengel, “El Periodista Gallero” y Rodolfo Ortiz. Parado atrás “El chino Cantón”.