sábado, 31 de mayo de 2014

Opinión: La anemia de Eduardo Galeano

Por: Antonio José Rivera Chávez
profetanoskagamus@yahoo.com

Es un librito pequeño sin ínfulas de gran Manual o Enciclopedia el cual a la vista se identificaba como: Las Venas Abiertas de América Latina. Al principio de la década de los años setenta del siglo pasado fue lectura obligada para los revolucionarios y también para los reaccionarios buscando razones para cambiar o acentuar sus ideas. Un recuento de toda la maldad imperialista caída sobre estas tierras buscando riquezas bien usadas posteriormente en Europa donde se puede calificar el asunto de “acumulación originaria de Capital” o sea base para el crecimiento del Capital para en alguna forma transformarse en Capitalismo Industrial.

Todos aprobábamos aquel razonamiento primario y el libro era parte del morral necesario para el combate ideológico. Sin embargo, ahora, el propio autor señala defectos estructurales en su composición señalando su inexperiencia para el momento de escribirlo en Política y Economía o sea que nuestra Biblia se desvanece en la idea del autor para convertirse en un cuento donde lo sensorial priva sobre lo racional dado esta observación de Galeano. La verdad no sé porque el autor sin aviso y sin protesto se muestra como un “revisionista “de su propia Gran Obra a la cual de paso tildo de fastidiosa. Con seguridad todo cuanto sea la historia de la pobreza y explotación de América Latina resulta latosa porque la cultura externa de la diversión nos lleva hasta aceptar a los piratas caribeños como elementos simpáticos gracias a la Industria cinematográfica borrando su crueldad en esos tiempos de pasado fatídico americano.

Por otra parte he leído y releído el texto del señor Galeano y no me parece fastidioso pero dada su confesión ya dudando de sus datos me resulta difícil tomar en serio la parte cuantitativa del asunto para seguir siendo Anti-Imperialista, revolucionario y venezolano. En este sentido entonces me parece que en este mundo del Subdesarrollo es dado fabular situaciones aunque no sea totalmente el caso de Galeano para ganar adeptos los cuales llegan con facilidad al embuste histórico. Los niños por cierto son resaltados por el autor del libro y hoy día dada su confesión pienso los utilizo para captar lectores como vieja técnica para despertar simpatías para la causa. Es esta técnica la que nos muestran cuando ciertos “revolucionarios” se han dado a la tarea de construir una cocina popular muy especial cuando inventaron el cuento de cuartel gastronómico que en la Cuarta Republica los niños comían “perrarina” lo cual por sabor y precio no es una receta lógica para ese momento cuando otros productos estaban por debajo del precio del alimento canino. Además si tenían un perro y lo nutrían con estos concentrados ya podían desdecir de falta de disponibilidad para arroz, pasta, sardinas,etc.

La anemia de Galeano con sus venas abiertas al tiempo lo llevaron a ser sincero pero los desnutridos mentales de nuestro tiempo no se transforman y por el contrario sufren de una artero- esclerosis política cuyo remedio es la reflexión y el análisis. ¿Seguirán anémicos?....Amanecerá y veremos.

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