viernes, 8 de abril de 2016

Opinión: La inocencia de Giordani y compañía

Por: TONY RIVERA CHAVEZ
profetanoskagamus@yahoo.com

La trayectoria de ciertos personajes ligados al misionero del desastre que nos impulso a esta situación de espanto y brinco permanente excepcionalmente no están ligados a la explotación inmisericorde y directa de los dineros públicos aun cuando ubicados como animas en pena ante la Marabunta Roja en su condición de honestos pasivos no están eximidos de complicidad porque muchas veces al dejar un baile terapia de aquellas que terminaban con el ¡Uh¡¡Ah¡ ¡Chávez no se va¡ emocionados llegaban a sus respectivos despachos haciendo planas y firmando todo cuando les pasaba por el frente.

La inocencia no salva cuando se trabaja a la sombra de la burochorocracia que no acepta dudas en la aplicación del principio universal del “buen vivir” a costa de otros como es la Ley del Contincoleo. El Comandante Difunto usaba a estos santurrones para espantar ciertas “moscas” y mantener cierta conexión necesaria con el mundo académico además de explotar la militancia de los mismos en el “Socialismo Científico” en verdad solo eran utilería para el Poder Militar y ellos creyendo realizado el milagro socialista se postraron a la voluntad del Mesías sabanero. Entre estos personajes se destaca El Monje Giordani que solo con el apodo se ve la fragilidad ante una pandilla satánica comiéndoselo todo y llevándose hasta los grifos de los baños de los Bienes Nacionales (recordar la derrota del Capitán en la Gobernación de Miranda). El Monje dejo perplejos a los empleados de su Ministerio cuando separo del cargo al Teniente Tesorero aficionado a lo ecuestre y se imagina uno como seria el pedimento al “líder” y cual su respuesta en una cháchara alegórica a las virtudes del “tuerto” y su agradecimiento eterno por las partidas de “chapitas” entre ambos que lo absolvían de cualquier acción penal quizás pensando que ya el pana esta buchon y era hora de poner a otro necesitado en su lugar para la misma gracia. Entonces lejos de congraciarse El Monje en el proceso se convirtió en un peligro para los intereses del burocratismo y la cúpula. Así cuando el Comandante se convirtió en difunto y surgió el Madurismo-Cabellismo como comando supremo de la acción depredadora lo primero que hicieron fue marginar al Monje y sus pocos seguidores porque no eran de confianza. Revivió el Decreto 211 de la Cuarta. El tantas veces acompañante en las Cadenas del occiso relegado a la inactividad para ni siquiera darle una consultita y seguramente súper-vigilado por los cuerpos de seguridad de la revolución porque ocurrió que dio el pitazo sobre la perdida de veinte mil millones de Dólares pero como el tipo cree en pajaritos preñados no guardo copia alguna de los movimientos financieros de estas hazañas contra el bolsillo de Juan Pendejo.

El espíritu de la consecuencia alebresto a Giordani y su carnal Navarro y desde una tribuna propia intento dar datos sobre el Gran Asalto a CADIVI y entonces opero la mano represiva del CABELLISMO (mas bien CABILLISMO) para ridiculizar,atacar,corretear y sacar en forma bochornosa al otrora teórico de la revolución del siglo XXI por las calles de Caracas en compañía de su pana Navarro.El Monje siempre iluso pidió auxilio a la Guardia del Pueblo y solo consiguió un :¡Maestro¡ nosotros estamos en otra cosa. Si te vi no te conozco y Chao. Ponga patitas PA’que te quiero porque lo quieren desaparecer del mapa. Así el hombre fuerte en el reparto de Ingresos para el vacilon de otros cogio calle arriba y PA’remate Yordano se oía con su cancion: “Por estas calles la compasión ya no aparece”….La verdad es que la razón y orden de la salida de Giordani y sus amigos vino desde mas allá de los mares porque a fin de cuentas no adoraban estos personajes al dueño de la Corona del Monarca aquí colocado: El Rey Chivitas.

Yo pienso confundido de inocentes que Giordani vivía en las divagancias teóricas de siempre y nunca entendió la verdadera esencia del cambio que no fue otro que de Bolívares por Dólares ejecutado en forma impecable por los burochorocratas del Cuento de Cuartel del “Ser rico, es malo”

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